Polos de café bombón (LRF)

polos de café bombónMe resulta difícil encontrar las palabras exactas que definan la felicidad. Confieso que lo he intentado y no he podido. Me resulta más fácil enumerar cosas que me hacen feliz pero al hacerlo me he dado cuenta de que además de esas cosas absurdas que me proporcionan felicidad (como pelar pipas para comérmelas todas juntas después, comprobar, varias veces al día, cuántos milímetros han crecido los tomates de mi invernadero, balancearme en las hamacas de mi jardín mientras me imagino que estoy bajo el cielo de otro hemisferio, explotar, con saña, las burbujas de los plásticos de embalar, cantar en el coche, a pleno pulmón, cuando nadie me oye o andar descalza sobre la hierba mullida), además de todo esto, como os digo, el resto de cosas que me hacen feliz casi siempre van acompañadas de los adjetivos «bueno», «divertido» o «bonito»… una buena compañía, una (buena) conversación divertida, una vista bonita, una buena descripción, una fiesta divertida, una buena comida… Vamos, que no hace falta ser un genio para deducir que a mí, como a todo el mundo, lo bueno, divertido y bonito de la vida me hace feliz. Y si alguna vez alguien me pregunta qué recuerdo me gustaría que tuviesen de mí cuando yo ya no esté, sin dudarlo diré: «en algún momento, durante un instante, «esa chica» me hizo feliz».
Eso mismo debió de pensar Sandra cuando creó «La Receta de la Felicidad», un blog bueno, bonito y divertido que a mí me hace feliz. ¿La receta de hoy? Unos polos de café bombón de su libro «Polos y Helados».

INGREDIENTES:
Para la capa de café:
-250 ml de café recién hecho
-150 gr de leche condensada
Para la capa de leche condensada:
-200 ml de nata para montar (35% M.G).
-100 gr de leche condensada

Para la capa de café:
-Mezclamos el café caliente con la leche condensada y dejamos enfriar.
-Vertemos en los moldes, rellenando, 1/3, la mitad o 2/3 (como prefiramos).
-Introducimos en el congelador.
-Pasada 1 hora (aprox.) insertamos los palitos.
-Llevamos al congelador hasta que la capa del café esté totalmente congelada.
Para la capa de leche condensada:
-Mezclamos la nata fría con la leche condensada.
-Rellenamos los moldes con una capa de leche condensada y llevamos al congelador.
-Si vamos a rellenar los moldes con otra capa de café, habría que esperar de nuevo a que la capa de leche condensada se congelase totalmente (unas 4 horas).
-Dejamos en el congelador 24 horas.
-Para desmoldarlos, pasaremos los moldes por agua templada.

Algo fresco y fácil que nos ayudará a sobrellevar mejor el calor… Si queréis otra receta de helado, podéis ver ésta que publiqué el año pasado. Y si queréis estar enterados de todo lo relacionado con este blog, podéis hacerlo a través de facebook.
Con la receta de estos polos bombón os dejo, esperando haberos hecho un poco felices hoy y deseando, como siempre, ¡que paséis una muy feliz semana!!!

polos de café bombón

Galletas de chocolate rellenas de dulce de leche

galletas de chocolate rellenas de dulce de lecheLa niña que hay en mí se ríe cuando le hacen cosquillas y llora de vez en cuando, llama a su madre cuando le duele algo y echa de menos a su abuela.
La niña que hay en mí sigue sentándose mal, vive los años como si fuesen cursos y está deseando que llegue el verano.
A la niña que hay en mí le gustan las chuches y los helados y sigue sin poder probar el queso, aún no puede ver películas de terror y le asusta la oscuridad.
A la niña que hay en mí le dan miedo las agujas y no le gusta ir sola al médico, siente vértigo al pensar que es madre de dos pequeños monstruos y se lo pasa pipa jugando con ellos.
A la niña que hay en mí le encanta la crema de cacao y se la come a cucharadas (sólo que ahora no se esconde para hacerlo) y ¡oh, sí! a la niña que hay en mí le chiflan estas hipercalóricas galletas por las que de antemano pide disculpas a todos los que se hayan inmersos en plena «Operación Bikini»…

INGREDIENTES:
-110 gr de mantequilla
-350 gr de azúcar moreno claro (si es en polvo, mejor)
-55 gr de cacao puro en polvo
-2 huevos
-1/4 de cucharadita de sal
-3/4 de cucharadita de levadura (tipo Royal)
-260 gr de harina
-100 gr de pepitas de chocolate
-1 cucharadita de dulce de leche por galleta
-Sal Maldon para espolvorear por encima

-Derretimos la mantequilla en un cazo o bol grande.
-Añadimos el azúcar y mezclamos.
-Añadimos los huevos y mezclamos.
-Añadimos el cacao, la sal y la levadura y mezclamos.
-Añadimos la harina y mezclamos bien.
-Añadimos las pepitas de chocolate y revolvemos bien.
-Formamos una bolita y la presionamos en el centro, haciendo un hueco con el dedo índice y depositamos en él una cucharadita de dulce de leche.
-Cogemos otro poco de masa, la estiramos con las manos y tapamos la galleta, sellando bien los bordes con los dedos.
-Espolvoreamos con sal Maldon.
-Horneamos (horno precalentado a 180 grados) durante 8-10 minutos (no os sintáis tentados a dejarlas más tiempo porque veáis que están blandas, ya que se irán endureciendo fuera y además éstas no son unas galletas duras del todo).

El resultado son unas dulces y sabrosas galletas cuya ración podría decirse que es de una por persona (aunque no seré yo quien os prohiba comer las que queráis). A los niños les encantarán y mi consejo (por supuesto podéis ignorarlo) es que se las dosifiquéis vosotros (si no queréis tener que descolgarlos de las lámparas)…
Ésta es una adaptación de la receta de la adolescente y talentosa Izy de Top With Cinnamon. ¡Con ellas os dejo, deseando que tengáis una muy feliz semana!!!

galletas de chocolate rellenas de dulce de leche

Éclairs rellenos de dulce de leche y bañados de chocolate

éclairs No sé si a alguien le ocurrirá lo mismo que a mí o si seré un islote en medio del mar… El caso es que mis actividades se dividen entre las que puedo llevar a cabo cuando estoy nerviosa (o enfadada) y las que bajo ningún concepto y de ninguna de las maneras debo hacer JAMÁS. Me temo que os las voy a contar…
Empezaré por las primeras, que son menos:
-Limpieza de la casa; no sé por qué pero es recibir una mala noticia (o enfadarme) e ipso facto empezar a limpiar, y cuanto mayores son mis nervios (o enfado), con mayor desenfreno limpio yo… lo cual en un número razonable de veces al mes, siempre y cuando no haya vajillas ni objetos delicados por medio, mi casa agradecerá.
-Jardín; una de mis aficiones y de las pocas actividades capaces de apaciguar mis nervios y malos humos… eso sí, intentando evitar siempre la poda minuciosa que pueda resultar irreversible.
En cuanto a las actividades que no puedo/debo hacer si los nervios o la ira se apoderan de mí son, probablemente entre otras muchas cosas:
-Conducir y cocinar; creo que con motivo de unas galletas de avena os lo conté aquí.
-Fotografiar, escribir o cualquier tipo de actividad que requiera concentración, paciencia, sensibilidad o creatividad… por lo que a mí respecta, y en el estado del que hablamos, esa clavija de mi cerebro está desconectada.
Pero si hay algo que NUNCA JAMÁS EVER podré manejar bien si no estoy en un óptimo estado de paz conmigo misma, es la manga pastelera… ese artilugio enemigo de las manos temblorosas y de los trazos hechos sin decisión… Por eso estos éclairs de Pierre Hermé, fáciles de elaborar siguiendo todos los pasos, me salieron bien… la segunda vez.

INGREDIENTES para la masa:
-125 ml de leche entera
-125 ml de agua
-115 gr de mantequilla (cortada en 8 trozos)
-1/4 cucharadita de azúcar
-1/4 cucharadita de sal
-140 gr de harina
-5 huevos (o quizás un poco menos)

-Forramos 2 bandejas de horno con papel.
-Ponemos la rejilla en la parte de abajo del horno y lo precalentamos a 200 grados. Además, ponemos un cacharrito con agua en una esquina (al fondo) del horno.
-En un cazo mezclamos la leche, el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal y llevamos a ebullición.
-Echamos la harina de golpe, reducimos a fuego medio y revolvemos enérgicamente (preferiblemente con una cuchara de madera) durante unos 2 minutos. En ese punto, la masa será una masa fina.
-Pasamos la masa a un bol y vamos añadiendo los huevos, de uno en uno. Tras el primer huevo, veremos que la masa parece separarse pero poco a poco irá ligando de nuevo. Este paso podemos hacerlo a mano, con una cuchara de madera, de manera enérgica. (Si batimos ligeramente los huevos, podremos ver que quizás la masa nos «pida» un poco menos de los 5 huevos).
-Introducimos la masa en una manga pastelera, utilizando una boquilla redonda de 1 1/2 cm o cortando el extremo de la manga pastelera (si es desechable) y hacemos cilindros de unos 10 cm de largo, dejando una separación de unos 5 cm entre ellos.
-Bajamos la temperatura del horno a 190 grados, retiramos el cacharrito de agua y horneamos durante 18-20 minutos.
-Transcurrido ese tiempo, pinchamos los éclairs con un palillo (para dejar escapar la humedad que puedan tener dentro) y horneamos otros 5 minutos más, hasta que los éclairs estén bien dorados y firmes al tacto.
-Apagamos el horno y dejamos los éclairs otros 5 minutos más con la puerta del horno entreabierta.
-Si no podemos poner las dos bandejas de horno a la vez, la segunda bandeja la tendremos en la nevera, a la espera de ser horneada.

GLASA DE CHOCOLATE:
-125 gr de azúcar
-125 ml de nata líquida
-125 gr de chocolate negro para fundir

-Ponemos el azúcar y la nata en un cazo a fuego lento.
-Cuando la nata empiece a hervir, retiramos el cazo del fuego y añadimos el chocolate, que se fundirá y se integrará con los otros ingredientes.
-Rellenamos los éclairs, en este caso con dulce de leche, y los bañamos con la glasa de chocolate, sumergiendo la parte de arriba en la glasa.

El resultado, unos de mis pastelitos favoritos… la versatilidad hecha pastel, que se deja acompañar muy bien con el dulce de leche y el chocolate… por ejemplo. Con ellos os dejo y… ¡que paséis una muy buena semana!!!

éclairs

Helados de leche condensada y de chocolate

helados de leche condensada y de chocolateEn un reino y un tiempo no muy lejanos, había un lugar donde pasar los veranos más felices que uno pueda imaginar…
Todos los años, al acabar el curso, mi familia y yo trasladábamos nuestra residencia a casa de mis abuelos, doscientos kilómetros al norte… y ése era el único lugar en el mundo donde mis hermanas y yo queríamos estar… dos largos meses de felicidad total y continua en los que un numeroso grupo de niños, nacidos en los años setenta, jugábamos, sin juguetes, desde la hora del desayuno hasta el anochecer… y todos los años, invariablemente, a nuestra llegada se repetía la misma escena… nuestro coche, cargado, avanzando por el camino que conduce a la casa, nuestros amigos saludándonos, contentos, desde sus bicicletas y nosotras, alborotadas, queriéndonos tirar en marcha… pero mi padre sólo paraba cuando nos encontrábamos con mi abuelo, que volvía a casa, para esperarnos, con una enorme caja de helados de vasito bajo el brazo… y era justo entonces, con esa escena, y no antes, cuando se declaraba oficialmente inaugurado el verano…
Dentro de unos días volveré al lugar donde sigo creyendo que se pasaban los veranos más felices, todos los años lo hago, sólo que ahora vamos unos días, la familia original y unos cuantos más… aunque los abuelos y los niños son otros… pero creo que en el fondo seguimos yendo para intentar capturar algún destello de aquellos veranos del pasado, conscientes de que aquéllos, claro está, no volverán…

INGREDIENTES para el helado de leche condensada:
-500 gr de nata para montar
-450 gr de leche condensada
-100 gr de azúcar invertido
-1 clara de huevo (opcional)

-Antes de comenzar con la explicación, deciros que tanto los helados como el azúcar invertido los he hecho con la thermomix; nunca he publicado una receta que sólo se pueda hacer con la máquina en cuestión porque no me parece un sistema demasiado democrático pero esta vez lo he creído imprescindible para asegurar los helados… unos helados que, con la thermomix, salen igual de cremosos que con una heladera. Estas recetas, que probé en casa de mi amiga María, en una suculenta degustación, y que me encantaron, provienen, a su vez, del blog de las chicas de Velocidad Cuchara. Dicho esto:
-Montamos la nata; yo la monto con batidora porque me gusta ir viendo la textura que va adquiriendo.
-Metemos el vaso de la thermomix en el congelador durante 2 ó 3 minutos.
-Ponemos la mariposa en la thermomix y mezclamos la leche condensada con la nata montada y el azúcar invertido, 1 minuto, velocidad 3.
-Vertemos la mezcla en un recipiente y metemos en el congelador al menos 6 horas.
-Para servirlo, sacamos el helado 15 minutos antes.
-La receta original incorpora una clara de huevo pero yo olvidé utilizarla y os diré que no noté ninguna diferencia, de lo cual me alegré, ya que los alérgicos al huevo podrán disfrutar de este helado sin salir perdiendo.

INGREDIENTES para el helado de chocolate:
-250 gr de chocolate para fundir (la intensidad de éste la elegís vosotros)
-100 ml de leche entera
-200 ml de nata para montar
-50 gr de azúcar invertido

-En un cazo, a fuego lento, calentamos la leche y derretimos en ella el chocolate.
-Montamos la nata.
-Metemos el vaso de la thermomix en el congelador 2 ó 3 minutos.
-Ponemos la mariposa en la thermomix y mezclamos la nata, el chocolate y el azúcar invertido durante 1 minuto, velocidad 3.
-Vertemos la mezcla en un recipiente y metemos en el congelaor.
-La cantidad de helado de chocolate es menor que la de leche condensada.

Siempre había oído decir que para que los helados saliesen cremosos, había que utilizar, condición sine qua non, una heladera… pues bien, con ayuda de la thermomix y utilizando azúcar invertido, salen unos helados realmente cremosos.

INGREDIENTES para el azúcar invertido:
-150 ml de agua embotellada
-350 gr de azúcar blanco
-Gasificante de Mercadona (sobre blanco y morado)

-Ponemos el agua en el vaso, 3 minutos, 50 grados, velocidad 5. (La temperatura deberá llegar a 50 grados).
-Añadimos el azúcar y programamos 6 minutos, 80 grados, velocidad 4. (Deberá alcanzar los 80 grados).
-Añadimos el sobre blanco y mezclamos 10 segundos, velocidad 4.
-Esperamos a que la temperatura del vaso baje a 60 grados.
-Incorporamos el sobre morado y mezclamos 1 minuto, velocidad 4.
-Este azúcar líquido, de color transparente, podremos guardarlo en la nevera, cerrado en un frasco de cristal, durante más de 6 meses.

El resultado… unos helados que, servidos juntos, suman un bocado maravilloso y contundente… así, con mi particular recuerdo de mis veranos de sol, bicicletas y helados y con estas dos recetas os dejo temporalmente, hasta septiembre, dándoos las gracias por acompañarme SIEMPRE y deseando que paséis el verano más feliz que uno pueda imaginar!!!

En memoria de todas las víctimas de la catástrofe ferroviaria de Santiago de Compostela, en el día del Apóstol más triste que jamás querríamos haber vivido.

helados de leche condensada y chocolate

Pan de viena

pan de vienaHago listas para todo… para la compra, para enumerar mis tareas pendientes, los lugares a los que me gustaría ir… Soy de naturaleza esquemático-metódica, herencia de mi padre, lo cual no siempre equivale a ser la persona mejor organizada del mundo… pero a lo que sí equivale es a tener un bolígrafo y una libreta en cada bolso y a sentir que te sale un sarpullido si se te acaba de ocurrir algo «importante» y te das cuenta de que no tienes nada con lo que escribir a mano… Casi nunca cumplo todas las cosas que anoto pero hacerlo me produce tranquilidad…
Mis listas están siempre orientadas a eventos o deseos futuros… no tengo listas del pasado… pero si tuviese una que recogiese los 5 olores más característicos de mi infancia, uno sería seguro el del pan de viena… Quizás por eso lo hago tan a menudo…

INGREDIENTES para la masa:
-250 gr de leche
-50 gr de azúcar
-40 gr de levadura fresca
-1 huevo
-500 gr de harina de fuerza
-10 gr de sal
-100 gr de mantequilla
-Huevo batido (para barnizar los bollitos)
-Semillas de sésamo (opcional)
-Semillas de amapola (opcional)
-Pepitas de chocolate (opcional)

-Calentamos un poco la leche con el azúcar hasta que esté tibia (Th- 1 minuto, 37 grados, velocidad 3).
-Añadimos la levadura y el huevo y mezclamos bien (Th- 10 segyndos, velocidad 3).
-Agregamos la harina y la sal y amasamos primero durante un par de minutos (Th- 1 minuto, velocidad 6).
-Cortamos la mantequilla en trozos pequeños y la vamos integrando con la masa, amasando hasta que esté todo bien integrado (Th- 3 minutos, velocidad «Espiga» y mientras la máquina amasa, vamos incorporando los trozos de mantequilla por el bocal).
-Dejamos reposar 30 minutos (si amasamos con la Thermomix, dejamos reposar dentro del vaso).
-Sacamos la masa y le damos la forma que queramos… yo hice varias; por una parte me apetecía hacer unos bollitos en un recipiente para que una vez subiesen se uniesen formando pequeñas «colinas» de pan de viena pero también hice otros bollitos fuera del recipiente a los que añadí pepitas de chocolate.
-Los dejamos reposar hasta que doblen su volumen (yo los pongo cerca de una fuente de calor), lo que nos llevará aproximadamente una hora.
-Cuando hayan doblado su volumen, pincelamos los bollos con huevo batido. En este punto, yo decoré algunos de los bollos con semillas de sésamo, otros con semillas de amapola, otros con pepitas de chocolate y otros los dejé sin «decoración» ni relleno (esta receta da para hacer bastantes bollitos que podremos congelar los que no vayamos a tomar).
-Precalentamos el horno a 220 grados, cuando introduzcamos los panecillos lo bajamos a 180 grados y los horneamos durante aproximadamente unos 25-30 minutos (depende del tamaño).

El resultado es un pan de viena esponjoso y con un marcado sabor a mantequilla, como los que yo comía cuando era pequeña… con él os dejo mientras esperamos a que llegue el fin de semana… ¡Que tengáis un buen día!!!

pan de viena